Hay mochilas que son perfectas para vivir aventuras, mientras que otras son un fiel compañero en misiones militares y otras, nos permiten tener nuestro equipamiento más indispensable, al alcance de la mano. Mochilas, hay muchas, pero si quieres utilizarlas en misiones y aventuras acuáticas, debes elegir una mochila sumergible.
¿Qué es una mochila sumergible?
Una mochila sumergible es una mochila militar cuyo diseño permite que sea totalmente hundida en grandes cantidades de agua, sin que esto suponga que el equipamiento que porta se vea afectado o dañado de ninguna forma, porque el agua no penetra.
Este tipo de mochila está especialmente diseñada para gente que trabaja o suele visitar zonas acuáticas con asiduidad y que incluso, trabaja en pleno mar. Este tipo de mochila sumergible permitirá que puedan llevar el equipamiento que necesiten, con todas las garantías de seguridad.
Características de una mochila sumergible
Materiales más allá de la impermeabilidad
Las moléculas que conforman el agua, tienen un tamaño muy reducido, lo que implica que se deben buscar materiales muy concretos a la hora de elegir una mochila sumergible. Normalmente se tiene al nylon como uno de los mejores materiales para repeler el agua, sobre todo, si tiene un denier (la medida del hilo del material) muy alto.
Sin embargo, esto hace que sea impermeable a fenómenos como la lluvia, pero si se busca realizar algún tipo de inmersión, el agua ejercerá una presión sobre la mochila que irá filtrando pequeñas cantidades de agua entre la separación milimétrica de los hilos.
Por eso, a materiales como el nylon hay que añadirles un extra si realmente se quiere que sea una mochila sumergible. Los más comunes son el PVC, el TPE o el PU, que actúan como recubrimientos que eviten que con esta presión, se filtre el agua al interior.
Fabricación de la mochila sumergible
Para que una mochila sea sumergible, debe serlo en su totalidad. Cada uno de los complementos que la conformen, deben ser sumergibles o si no, no lo será. Desde las cremalleras a los bolsillos, cada una de estas partes deben estar fabricadas y selladas para serlo o un mínimo hueco, se filtrará el agua.
Con respecto a las cremalleras te recomendamos que elijas y compruebes siempre que sean cremalleras estancas que sean muy difíciles de abrir o cerrar, porque solo así se evita la filtración de agua.
Asimismo, todas las costuras deben estar termo selladas, normalmente mediante ultrasonidos, para que en lugar de ser una costura que una dos capas de tejidos, se convierta en una única pieza.
Bolsillos escasos
Cuanto más compartimentos y bolsillos tenga una mochila sumergible, más difícil será tener la certeza de que realmente lo sea. Por eso, te recomendamos que si estás buscando una mochila sumergible, escojas modelos que tengan un único o como mucho, dos compartimentos.
Aunque esto impide tener un buen orden, lo cierto es que te ayudará a tener la certeza de que hay muy pocos huecos por los que se puede filtrar el agua y dañar tu equipamiento.
¿Necesito una mochila sumergible?
A este respecto te recomendamos que, si no vas a realizar actividades acuáticas que te obliguen a tener que sumergir tu equipamiento, no escojas una mochila sumergible y optes siempre por una mochila impermeable. Debes de tener en cuenta que la fabricación de una mochila sumergible es muy costosa, porque hay que utilizar materiales y piezas especiales que le otorguen ese carácter, algo que se refleja en su precio final de venta.
En caso de que trabajes en zonas marítimas o con mucha humedad, te recomendamos que elijas una mochila impermeable, porque te ayudará a mantener tu equipamiento de forma segura, sin verse afectado por el desgaste que este clima produce. Será muy útil para ti y el precio final, será mucho más económico.
Conclusión: una mochila sumergible es perfecta para actividades como el buceo, si no opta siempre por mochilas impermeables.
Si estás buscando una mochila sumergible, te recomendamos que su etiqueta te fijes en el código IP, concretamente en el segundo número, que del 0 al 9 indica el nivel de protección frente a la filtración de agua que ofrece, siendo el 9, el de mayor valor.